Este año el COAG-Lugo dedica este día al Edificio de control del embalse de Belesar (1963), por su calidad arquitectónica, aunque piensan que no debería haberse construído.
La obra del embalse de Belesar supuso la desaparición del bello pueblo de Portomarín y una agresión salvaje al paisaje.
Obviando esto último, el edificio en sí es un ejemplo representaivo de la arquitectura de la época.